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Malavida

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¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez acerca de los prejuicios? Han estado acompañando a los seres humanos a lo largo de la historia. Muchos científicos, de hecho, coinciden en que el prejuicio forma parte innata de la naturaleza humana. ¿De dónde proviene el prejuicio? La respuesta es amplia y profunda, en esta ocasión queremos compartirla contigo,

Entonces ¿de dónde proviene el prejuicio?

A través de la psicología se ha estudiado la tendencia de las personas de dividirse en grupos en los cuales se toma en consideración determinados criterios entre estos algunos rasgos, como el color de la piel, e incluso la forma de vestir. En este sentido, el cerebro pareciera estar programado para segmentar a las personas en grupos de acuerdo a estos y otros criterios.

Sin embargo, también se ha observado una determinada tendencia a privilegiar el grupo al cual pertenecemos aun cuando se trata de un conjunto de individuos con rasgos arbitrarios. Algunos pudieran creer que todo va de la mano con criterios raciales, no obstante, gracias a la genética moderna se ha podido determinar que de hecho se han disipado las creencias de que las divisiones a nivel racial establecen ciertas diferencias biológicas tomadas como verdaderas.

Para muchos expertos, la raza de las personas no tiene una importancia real, ni figura como algo real. Más bien se trata de algo que ha cobrado relevancia porque las personas lo toman como cierto.

Todo se encuentra en la psique

Con respecto a lo anterior, se entiende que esta percepción emana de la psique. Todo a través de un proceso que se adhiere a la mente incluso durante los primeros años de vida. Tal es así, que incluso en personas que se declaran como no racistas registran el color de la piel de una manera completamente inconsciente y automatizada.

Esto se puede comprobar más a nivel cerebral. Tanto las personas blancas como negras al ver los rostros de las personas de un color de piel opuesto al de ellas presentan un nivel mayor de actividad en la amígdala, la cual juega un papel esencial en la comprensión de los estímulos a nivel emocional.

Así pues expertos han corroborado que las personas que reportaban una mayor actividad en la amígdala a menudo presentaban resultados más elevados en los test de prejuicio racial. Entonces, se puede tener una respuesta más o menos clara acerca de dónde proviene el prejuicio.